Voces del más acá.

Estas voces, estas voces. Estas voces que no son interiores sino que llegan del más acá, desde la inmediatez de un parlante o la impúdica cercanía de un auricular. Estos ricos sonidos que nos bajan a tierra en un planeador de pluma o nos arrancan las patitas del suelo a fuerza de su fuerza. Con moraleja o sin ella, por el simple placer de mezclar las palabras hasta que tengan menos de cuento que de canto. Con la sola musicalidad del aire que las transporta hasta nuestros oídos ávidos. Como si fuera poco.
Comparto las mías:
*Por supuesto, las chicas: Tori, Björk, Annie Lennox, Joni Mitchell, Liliana Herrero, la negra Vernacci (sobretodo en Tarde Negra) y siguen las firmas;
*Marcos Mundstock, aún cuando se hace el serio;
*El negro Dolina, claro, infaltable como el mate (o la cocacola);
*El extraño acento del Sr. Cortázar, esa cosa entre Palermo y Montparnasse;
*La trilogía Byrne-Bowie-Belew (y cantate algo vos, ahora);
*(Y las de amigos y familia que guardo para mí y solo para mí).
Tengan Ustedes una buena noche y sepan disculpar las omisiones propias de un cerebro a medio cocinar por la hora y el cansamiento.