jueves, 10 de septiembre de 2009

Las distancias de la espera.


Las distancias se acortan, los anonimatos desaparecen...¿o se acentúan?. Uno pone su bló, su fotoló, su féisbuc y le parece que conoce gente nueva, que el amigo residente en otros continentes se va a acordar de tu caripela y eso...pero ¿es taaaan así?. A veces me temo que estas actividades internésicas son apenas una aspirina para la soledá humana. ¡Pero está ré-bueno, viteh! En cambio hay días en los que uno se siente confortado por otras gentecitas que, a pesar del kilometraje intermedio, se sienten afines con la cabezaloca de uno mesmo y te alegran la jornada con muy poco. Gracias por mantener la esperanza del amigo Quino: habrá que ir descubriéndose mutuamente y tirar todos pa'l mismo lado.

(Agh, la abstinencia de oscura cerveza me hace desvariar, reforzaremos la dosis de bock, entonces. Y lejos de la nótbuc)

1 comentario:

mauri1182 dijo...

"A veces me temo que estas actividades internésicas son apenas una aspirina para la soledá humana. ¡Pero está ré-bueno, viteh!"


No creo que haya mejor definición que esa, como siempre, un groso en sus publicaciones mi querido Tíooo